lunes, 28 de noviembre de 2011

Tomás Boy pide Meza para semifinales

El partido de ida se presentó bajo la consigna, por ambos equipos, de no calentar el partido de dedicarse a jugar solamente, olvidándose de espontáneos o declaraciones fuera de lugar; Y así fue durante 45' el Cruz Azul fue amo y señor de la eliminatoria, teniéndolo a Aquino como el mejor jugador celeste, Lozano no pudo, a pesar de su experiencia, darle alcance, tuvo que bajar Gastelum para ayudarle y ni así pudieron detener al escurridizo número 7 azul. No estuvo Huiqui, su lugar lo ocupó Aldrete, y no lo hizo mal, aunque Vilar cerraba la portería una vez más. Hasta la media hora de juego donde Aquino por enésima vez se llevaba a quien se le ponía en frente para que el chuleta Orozco la empujara ya sin portero por un buen remate de cabeza de Torrado. 


Todo estaba bajo control, no había respuesta michoacana hasta que les facilitaron las cosas, no sé si desde el banquillo visitante o ya de forma involuntaria los jugadores cementeros adoptaron una postura irreconocible, totalmente timorata en los segundos 45'. Los monarcas fueron un vendaval de fútbol, Corona se engrandecía ante la pasividad de los defensores, Waldo Ponce no jugó por estar lesionado aunque no marca gran diferencia, la falta de carisma de la dupla Castro-Torrado y un desaparecido chaco Giménez, bochornoso su espectáculo al caerse hasta por la respiración purepecha. Parecía cuestión de tiempo, el acoso era insostenible, sin embargo, apareció el maestro, el provocador Tomás Boy, que ya los tiene de hijos a los azules, le dijo unas palabras a Fausto Pinto en una caída, éste le recordó otras tantas linduras, como resultado se fue expulsado al 70' porque el cuarto arbitro se tomó muy en serio lo del fair play en la previa. Si completos los visitantes habían hecho de su área la zona de juego, ahora sin un buen lateral izquierdo, era ya, cuestión de puntería de los locales; llegó al 78' después de una gran jugada entre Sabah y Márquez con definición del último; ya con el empate Boy se la jugó con cinco delanteros: Joao Rojas (entró por Gastelum), Lugo, Sandoval, Sepúlveda (entró por Marvin Cabrera), Márquez y Sabah.
La respuesta visitante se limitó a recorrer a Alejandro Castro, ya había ingresado por su homónimo a la hora de juego, como lateral izquierdo; desafortunado en el doblete de Rafael Marquez, en el primero por no cerrar con fuerza y en el segundo le ganaron la espalda con suma facilidad.


Teniendo como marco, las disculpas de Pinto, las reacciones de la provocación, la incredulidad cementera y la confianza monarca, el partido de vuelta se resolvió en lo que tarda una conferencia de prensa del verdugo celeste: Tomás Boy. Otras dos jugadas asociativas entre dos visitantes acabaron en gol, primero fue Lugo-Sabah y después Marquéz-Lugo. En 21' se acabó todo. Meza introdujo un cambio forzado por la expulsión en el de ida, colocándolo Adrián Cortés como lateral izquierda (ni pensar en Castro) y Alejandro Vela por Israel Castro, el resultado fue una tibia reacción en el 36' con un gol del hermano de Carlos Vela. Quedaba más de una hora para buscar la remontada, sin embargo, Meza le dejo la ídem puesta a Boy, tal vez conmovido por sus disculpas mutuas y abrazo, sellando ya cualquier rencor, sacándolo al Tito Villa por una tabla colombiana llamada Edixon Perea. En el segundo tiempo Torrado ya no quería saber nada y decidió borrarse, se fue expulsado faltando todavía media hora de juego, acabándose cualquier intento de rebelión ante la costumbre azul. 


Jaime Lozano, Marvin Cabrera, Joel Huiqui, Gerardo Lugo y Miguel Sabah demostraron que el azul les sienta muy bien pero de lejos, Tomás Boy increíble la capacidad para recuperar a estos cinco jugadores acabados por el yugo celeste. Hoy día rehabilitados y sintiéndose futbolistas no como sus compañeros de profesión. Cruz Azul demostró una vez más, principalmente los técnicos en turno, muy buenos para plantear partidos en temporadas regulares, y a la hora de jugar los equivalentes a títulos son incapaces de graduarse aún estando jugadores contrastados (Torrado, Droguett, Corona) o campeones y figuras (Israel Castro, Villa, Giménez), obviamente en otros equipos.  Lastimosamente la buena camada que tienen, los Araujo, Aquino, Pereira, Orozco, serán arrastrados por la máquina de frustración made in la Noria. Y de los "refuerzos" ni hablar, que los sigan contratando por medio de vídeos, donde seguramente ahí sí son cracks.

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