Barça "coco" alemán, Messi y aspirinas para los récords

El Barcelona llegaba a los octavos de final tratando de olvidar la liga, por varias razones como la guerra institucional que está manteniendo con los árbitros o con la propia Federación, las penas caseras con una orejona se olvidan fácilmente. El partido disputado en el BayArena marcó lo que predije en la Previa: un Barça dominador, con el 72% de posesión, y un equipo local sabiéndose como víctima, agazapado en su mitad de la cancha, rogaba por un error del rival. 

El Bayer Leverkusen dejó solamente al joven André Schürrle en punta y esperando con los otros diez futbolistas atrás de la línea de la pelota, lo que resultó en unos primeros 45' sosos, estériles por ambos lados debido a los  nulos espacios que habían ya que un equipo se dedicó a romper todo y el otro a construir; casi al llegar al descanso Alexis Sánchez aprovechó un mal achique de la defensa alemana, al recibir un pase de Messi para vulnerar a Bernd Leno. La segunda parte fue totalmente distinta, un verdadero partido de Champions League donde el Leverkusen salió con el cuchillo entro los dientes; síntoma de la presión que ejecutarían los dirigidos por Robin Dutt, se pudo apreciar en el gol del empate apenas al salir, con el lateral derecho Vedran Corluka centrando y el del otro costado, Michal Kadlec, rematando de cabeza dentro del área chica. El festejo duró muy poco, tres minutos más tarde, de nuevo el chileno, el mejor de la cancha, marcó su tercer gol en la competición. Sin embargo, el empuje no cedería un ápice, Víctor Valdés sacaría dos peligrosos remates y otro más del hispano-alemán Gonzalo Castro se estrellaría en el poste. El 1-2 ya parecía una losa para el Leverkusen, que fue por el partido demasiado tarde, y al final del mismo, Lionel Messi firmaría el tercer gol de los culés que acercarían aún más a la quinta clasificación consecutiva a los cuartos de final.

El partido de Ida tuvo cosas más mediáticas fuera del terreno que dentro: la bochornosa anécdota de Manuel Friedrich y Michal Kadlec peleándose por la 10 de Messi al término de los 90' y la exclusión de Piqué, enviado a la grada, como signo de castigo por su bajo nivel. 

El Leverkusen recuperó al suizo Derdiyok y el Barcelona a Xavi pero perdió a Abidal, Alexis y Puyol por lesión. Los factores externos, fueron ajenos, lo importante sucedió en la cancha con un Messi superlativo rompiendo récords y unos alemanes que necesitarán más que un par de aspirinas para aliviarse el dolor de cabeza cada vez que tengan la elástica blaugrana en frente.

El martirio teutón comenzó en la temporada 2007-2008 con el derrotado Schalke en cuartos; un año después, en las mismas instancias, le pasarían por encima al más grande de ese país, el Bayer Múnich acabaría apabullado con un 5-1 global; y en el último enfrentamiento en eliminatoria directa llegó en la 2009-2010 en octavos goleando al Stuttgart.  

El turno fue del novel Leverkusen que arribó a la ciudad condal como invitados, ni siquiera pisaron el área de Valdés cuando la eliminatoria todavía estaba abierta, entregados de principio a fin. Sólo Bernd Leno tuvo ese orgullo que tanto caracteriza a los alemanes, recibió 7 pero sacó 3 más. Ante la pasividad de la defensa, Messi se adueño de la noche anotando la escandalosa cantidad de 5 goles, nuevo récord en el torneo. 

El Barcelona continúa con el objetivo del anhelado bicampeonato, se alejó del entorno enrarecido de la liga española y a estas alturas mientras menos piensen en el campeonato local se sentirán más liberados. Messi ha alcanzado al mítico Alfredo Di Stéfano con 49 goles, también si marca un gol más en la siguiente ronda será el jugador con el mejor registro goleador en los 20 años de la Champions League, superando los 12 suyos del año anterior y los de Van Nistelrooy cuando era red evil. A la Pulga no solo se le quitó el dolor de cabeza y posiblemente fiebre sino que gracias a la aspirina se pueden lograr récords. Recordando que:  "Si es Bayer, es bueno".