jueves, 6 de octubre de 2011

Tévez: el jugador del pueblo dónde quedó

Carlos Alberto Martínez nació en el Barrio Ejercito de Los Andes, mejor conocido como Fuerte Apache, un vecindario considerado de los más peligrosos de la provincia de Buenos Aires. "Si no fuera por el fútbol, yo hubiera terminado como muchos chicos de mi barriada: estaría muerto o preso. Quizá estaría tirado en la calle por ahí, drogado", recordó su infancia el apache en una entrevista concedida para una revista de su país.
Por sus duros inicios, las limitaciones que tuvo superar (le cayó una hoya con agua hirviendo cuando tenía 10 meses, provocándole quemaduras de tercer grado en el cuello, cara y parte del pecho) y el gran arraigo que tiene con la gente argentina es denominado El Jugador del Pueblo. El calificativo también se lo ganó en gran medida por ser alguien de orígenes tan humildes y llegar al club más popular de Argentina: Boca Juniors. 


Inició sus regates en las categorías infantiles de All Boys, el director técnico de inferiores de Boca, en ese entonces, Ramón Maddoni, convenció a los padres y tentados por la oferta de los xeneizes decidieron cambiarle el apellido al chico que comenzaba a despuntar por Tévez, el de la madre,  e hicieron uso de la patria protestad (el cambio de nombre fue para evitar algún conflicto mayor y suspicacias) para llevarlo a casa amarilla. Debutó en la reserva de Boca un 5 de agosto ante Unión, en Santa Fe, y marcó un gol, curiosamente ese mismo día se estrenó Carlos Bianchi en la dirección técnica; dos meses después empezó a entrenar con el primer equipo y el 21 de octubre debutó en Córdoba, ante Talleres. Triunfó en los tres años que jugó en el club, de cual es hincha.

El fútbol argentino le empezó a quedar chico pero tuvo que esperar a dar el gran salto, al recibir una oferta a la europea pero de un club brasileño con sede en Sao Paulo, el Corinthians, beneficiado de un acuerdo con un fondo de inversiones (de fondos dudosos) pagó 15 millones de euros. Jugó dos años con el timao y acabo siendo ídolo, capitán y campeón. El mismo fondo lo llevó a la Premier League al West Ham United donde no ganó ningún título (único club en el que no dio vuelta olímpica), sin embargo, con un gol suyo en la última jornada ante el Manchester United lograron evitar el descenso; lo que le valió al año siguiente ser transferido a los reds evils. Por primera vez en su carrera no era la figura absoluta del club, llegó como un actor principal y permaneció, dos años, como actor de reparto jugando a la sombra de Cristiano Ronaldo y un Rooney que comenzaba a ser ese líder que es hoy.
Empezó a confundirse y esa fidelidad que juró en donde pisaba, en este momento se le olvidó y con el pretexto de no querer mover a su familia de Manchester, fichó con el City. Hoy vive su tercera temporada lejos de sus hijas (se mudaron a Argentina el pasado año) peleado con Mancini al no querer entrar de cambio en el segundo tiempo enfrente del Bayern Munich y expuesto a una multa sin precedentes en la Premier y FIFA.

El ayer glorioso 
Carlos Tévez es el único que ha ganado absolutamente todo a nivel de clubes; ligas en Argentina (Apertura 2003), Brasil (Brasileirao 2005) y en Inglaterra (Premier League en 2007-08 y 2008-09); copas en la misma isla con el Manchester United (la Community Shield y la Carling en 2008) y Manchester City (FA Cup 2010-11); continentalmente ganó con Boca Juniors la Copa Libertadores y la extinta Copa Intercontinental derrotando al Milan en 2003, al año siguiente también alzó la Copa Sudamericana; con los diablos rojos alcanzó el cenit europeo al conquistar la Champions League en el 2008, en el invierno de ese año derrotaron a la LDU de Quito en el mundialito de clubes; finalmente a nivel de selecciones los logros se limitan en competiciones con limite de edad: Sudamericano sub-20 en 2008 y medalla de oro en los juegos olímpicos de Atenas.

El futuro: renegando de su presente y olvidándose de su pasado
El apache ha perdido gradualmente esa alegría por jugar, teniendo una carrera de altibajos desde el 2008; nunca se sintió reconocido por Alex Ferguson a pesar de sus goles en el primer curso, para la segunda temporada disminuyó su participación considerablemente, alternaba continuamente con Rooney y Berbatov, casi siempre el argentino salía del banco de suplentes a revolucionar los partidos o era la primera sustitución. No hubo renovación y llegó al vecino, de inmediato le entregaron la cinta de capitán y se convirtió en el líder de la millonaria revolución; parecía retomar su nivel no obstante la salida de Mark Hughes y el arribo de Roberto Mancini desató una serie de capítulos de amor-odio (ellos definieron así mismo su relación) aunado a la quema pública de cualquier jugador que esté en ese desastre llamado selección argentina. Tévez ha extraviado la brújula viviendo continuas depresiones pidiendo su traspaso a Argentina o Brasil para estar cerca de su familia o pensar seriamente en el retiro a sus 27 años parece una locura, su estancia en Europa se torna complicada aunque el PSG, Real Madrid o Málaga tocan su puerta.

Pienso como Osvaldo Ardiles, figura del Tottenham en los 80's, al decir en una entrevista a ESPN que la raíz del problema de carlitos es que está mal manejado; actualmente todos cortan de la tela apache, en los programas de espectáculos de Argentina por sus relaciones con vedettes (no es despectivo, así son llamadas las actrices sudamericanas) y continuos ingresos a clínicas para bajar de peso, mientras en los programas deportivos sólo discuten acerca de sus conflictos con Mancini, Grondona y Batista; por su parte los aficionados que antes lo idolatraban en Manchester hoy queman sus playeras y los argentinos que pedían su inclusión en la pasada Copa América ahora exigen no convocarlo jamás.

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