domingo, 23 de octubre de 2011

El barça se midió con una Vara muy alta

Corría el mes de enero del 2010 y el Barça visitaba al Sevilla con la obligación de marcar dos goles para poder acceder a los cuartos de final de la Copa del Rey, sin embargo, se encontró con los palos y un mítico Andrés Palop, le faltó un gol para clasificarse y varios blaugranas se fueron con lagrimas en los ojos debido a la frustración.
El cuadro andaluz después de vivir su época más gloriosa ha revolucionado el plantel y sólo permanecen el ex capitán, Varas, Escudé, Navarro, Navas, Renato, Fazio, José Carlos, Perotti, Kanouté y Negredo; el técnico elegido para la reconducción del plantel (un año sin ganar títulos ya es mucho para la institución) es Marcelino García Toral de gran recuerdo en Santander con el Racing, lo clasificó para una copa UEFA y lo salvó del descenso el curso pasado.


Palop, pilar del gran Sevilla de las copas, ya es prescindible para Marcelino, después de sufrir una lesión que le tuvo alejado de las canchas todos pensábamos que al estar al cien por ciento regresaría al arco, pero nos ha sorprendido al ratificar como nuevo cancerbero a Javi Varas. Nacido en 1982, su carrera ha transcurrido en la segunda división, su debut fue en enero del 2009 frente al Numancia. 

Orgullosamente andaluces 
Toda la semana previa se creo un debate acerca de la frase que se dejaría ver en la playera del Sevilla, "Orgullosos de Andalucía", debido a unas declaraciones de políticos catalanes (Artur Mas, Presidente de la Generalitat de Cataluña, y Josep Antoni Duran i Lleida, Consejero de la Generalitat de Cataluña) donde consideraban el castellano de los estudiantes andaluces y gallegos deficiente. Y Jose María del Nido, Presiente del Sevilla, para nada esquivo a las polémicas, decidió imprimir su pundonor andaluz ante tales juicios de las autoridades catalanas. Él lo pregonó en los despachos y un jugador en la portería.


Javi Varas se graduó la noche del sábado 22 de octubre, el mejor partido de hasta ahora su corta carrera deportiva. Titular indiscutible toda la temporada, excepto en los partidos contra el Hannover que decantó su prematura eliminación en la Europa League, Varas fue una muralla apoyado por el juego implacable de su pareja de centrales (Fazio y Escudé), Fernando Navarro y Cáceres taponando los extremos obligando a los atacantes del Barça siempre jugar por el centro; en el medio campo dos lineas de cuatro muy compactas esperando en su terreno teniendo a Medel y Campaña como el eje, imposibilitando el fluido juego blaugrana. El cuadro andaluz se defendió a ultranza durante 98 minutos, sólo un disparo al ángulo de su capitán Jesús Navas y bien resuelto por Víctor Valdés logró inquietarlo;  y el ataque, para qué hablar de algo que no existió.

El Barça completamente desquiciado al transcurrir de los minutos, empezó con línea de tres (como en todos los partidos ligueros jugados de local); Mascherano de líbero, con Dani Alves y Abidal como marcadores; no obstante al observar Guardiola que era inútil tener a tres defensores para solo un jugador ofensivo del Sevilla (Manu del Moral), así que transcurrido el primer tercio de partido optó por cambiar a línea de cuatro, recorriendo a Alves como lateral derecho y bajando a Adriano al lateral izquierdo (arrancó como extremo derecho); aquí fue cuando mejor jugó el equipo ya que estaba demasiado largo, esas lineas juntas del Sevilla eran como minas, creando un embudo aislando a Villa, Messi y sobre todo a Iniesta jugando mucho mejor al retrasar su posición y ponerlo a Pedro como extremo izquierdo (su peor partido en varios años), aunque no fue bueno su rendimiento ayudo al equipo al colocar al manchego a jugar entre líneas (donde mejor se siente) y Thiago se recorrió más al centro; Messi en su nivel pero aún asediado por su deficiente definición como en el partido a mitad de semana en frente del Viktoria Plzen.


A Javi Varas no le importó si el fuego venía de lado enemigo o propio, en total fueron 6 salvadas equivalentes a goles; resueltas de una forma tan milagrosa como poca estética, dos a Iniesta, una a Villa, dos a Messi y hasta un disparo desviado en Fazio. La mitad de ellas efectuadas con los pies en sendos reflejos.

Todavía le falta un trecho largo a la temporada, sin embargo, en el pasado curso aún los madridistas lloran los puntos dejados en el Molinón, Riazor y en el Ciutat de Valencia, que originó (agregando el duelo directo entre ambos) el tricampeonato blaugrana, ahora en un campeonato más cerrado que el anterior se espera en el Can Barça no echar de menos estos dos puntos perdidos, sobre todo teniendo en cuenta al rival, seguramente se verán las caras en la Copa del Rey y el de vuelta en el Sánchez Pizjuán  pinta como prueba de fuego, lo cierto es que el Sevilla puede ser lo que el Tenerife para el Real Madrid en los 90's: la pérdida de títulos.

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