jueves, 27 de octubre de 2011

¿Se acuerdan de....?

Juninho Pernambucano 

Antônio Augusto Ribeiro Reis Junior, nació en Recife, la capital del estado de Pernambuco; precisamente fue la referencia que utilizaron los periodistas, compañeros y hasta entrenadores para bautizar a este jugador brasileño como Juninho (viene de Junior) Pernambucano.


El franco tirador, uno de los más grandes cobradores a pelota parada que haya visto en mi vida, debutó en el equipo de su ciudad natal, el Sport Recife, siendo captado inmediatamente por los ojeadores del Vasco da Gama y contratado apenas a un año de su debut. En el club de Río de Janeiro, jugó 7 temporadas a gran nivel anotando 55 goles en 295 partidos siendo campeón de todo a nivel regional (Campeonato Carioca en 1998 y la Copa Río Sao Paulo en 1999), nacional (en 1997 y 2000) e internacional (Copa Libertadores en 1998 y Copa Mercosur en el 2000). Idolo absoluto de la torcida brasileña, increíblemente fichó por un equipo que nunca había ganado nada y a una liga de parecido nivel a la brasileña. 

Empieza la dictadura
Era el 2001 y el Olympique Lyonnais hizo una fuerte apuesta por él para contar con sus servicios, y el brasileño de inmediato correspondería a tal postura, para mi gusto el mejor jugador en la historia del club francés. 
Fue el líder del equipo, leyenda del Gerland, compartió vestuario con jugadores de la talla de Sonny Anderson, Caçapa, Abidal, Chris, Coupet, Essien, Diarra, Wiltord, Benzema, Malouda y Edmilson; logrando un dominio abrumador desde su llegada y consiguiendo 7 títulos en fila, algo visto como normal en los 60's o 50's pero no al comienzo de un nuevo siglo y mucho menos en un campeonato tan parejo como el francés. 
Es el máximo anotador en Champions League con 18 tantos, jugó 344 partidos en total y marcó más de 100 goles (44 de tiro libre).


Todo parecía que se retiraría en el club, renovando un año más su contrato en el 2009, sin embargo, le llegó una oferta del Al-Gharrafa qatarí y Claude Puel no hizo nada para detener la marcha del icono lyonnais, así que emprendió un nuevo camino a los 34 años con petrodólares en el bolsillo como sustituto del cariño e idolatría francesa. Ganador incombustible consiguió la liga de aquel país asiático el año pasado entre otras copas.

Actualmente
Precisamente a 10 años de su marcha, retornó al Vasco da Gama. Forma parte de los diversos cracks brasileños que después de triunfar en Europa han regresado al brasileirao, algunos de la mano de patrocinadores para revivir los logros del pasado y otros como el eterno 8 del Lyon para retribuir al club la oportunidad que le dio en su juventud.
"Regreso sin ningún plan de mercado porque soy aliado del Vasco en la alegría y en la tristeza. Regreso para ganar un salario mínimo porque tengo que ser justo con el hincha. Primero tendré que mostrar resultados y, si eso ocurre, espero ser premiado".
Respondió en una entrevista para la revista de la FIFA. Vaya que su vuelta ha sido satisfactoria, punteros en el campeonato brasileño a siete fechas de su termino y son los únicos cariocas con vida en los cuartos de final de la Copa Sudamericana.

Lo recuerdo como...
Un enganche clásico, capaz de jugar tirado en una banda, de doble 5 o hasta de media punta. Donde más brilló fue jugando al lado del contención, él tomaba el mando del medio campo y el contención puro (Diarra y Essien en el Lyon, Eduardo Costa o Felipe hoy en el Vasco) hacía el trabajo sucio de quitar balones y descarga con Juninho. Siempre con la vista periférica lista, un golpeo de balón exquisito tanto en movimiento como quieto, aquí su principal virtud, tenia tantas variantes a la hora de golpear el balón, frecuentemente usaba la parte interna, le gustaba mucho la folha seca cuando había muchos metros delante y el chanfle en la proximidad de la portería. Desaprovechado, indudablemente, en la canarinha sólo asistió de manera testimonial a un mundial (Alemania 2006); nunca pudo tener química con los entrenadores que jamás lograron encontrarle la posición en el campo, en su mejor momento se topó con Rivaldo en todo su esplendor, al ya no ser convocado éste, surgieron Ronaldinho, 'Kaka o Robinho como volantes ofensivos; al pasar los años y retrasar su posición los técnicos brasileños usaban el doble pivote pero con dos contenciones puros y los preferidos eran: Gilberto Silva y Emerson.

Pernambucano debía ser el eje en sus equipos, es de los futbolistas que si son utilizados como complementos no funcionan, solía manejar la pausa y los tiempos, con Brasil no fue la gran promesa, no se crearon expectativas alrededor suyo, parece ser que en lugar de beneficiarle esta situación le perjudicó y más aún su fichaje con el Olympique de Lyon, al no ser un grande se olvidaron de él. Su actividad internacional (solo 44 partidos) y no jugar en un campeonato europeo más competitivo para nada le resta a su ejemplar trayectoria considerando los logros en Francia, todavía recuerdo como Oliver Kahn, Casillas o Valdés sufrieron sus tiros libres.

Solidario, ganador, técnico y humilde, en conclusión, siempre tendría a Juninho Pernambucano en mi equipo aunque condicione mi estilo de juego. 


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