Si el primer Dream Team ganó 4 ligas consecutivas y una final de Champions (otra perdida) como títulos más importantes, para los que dicen que segundas partes nunca fueron buenas, esta versión viene para superar no sólo lo de su antecesor sino todo lo hecho por algún equipo en el viejo continente y mundial.
Lo que sucedió ayer es una clara muestra de carácter, temple, serenidad y sobre todo (como diríamos los mexicanos no sólo con Huevos se ganan los partidos) SABER JUGAR AL FÚTBOL, aplicar los conceptos básicos, tocar y moverse, hacer correr al balón en lugar de que el balón los haga correr, lo sucedido en el Santiago Bernabeu fue historia pura donde en un clásico se juega más que tres puntos, se juega el orgullo y lo más importante la supremacía de un país; y ahora aunque muchos madridistas se siguen escudando en el historial de títulos ganados (donde muchos de ellos ni siquiera vieron las proezas de Di Stefano y compañía) el Barça se puede jactar de haber practicado el mejor fútbol en la historia.
En lugar de hablar de las carencias del Real Madrid, que son muchas pero aún así logró recuperar ocho puntos de desventaja, se tiene que enaltecer la superioridad del Barcelona que ya ha ganado un título esta temporada, virtualmente, y busca otros dos sin embargo los otros dos en disputa puede o no ganarlos pero lo hecho en esta temporada lo recordaremos todos los barcelonistas no sólo de Catalunya sino del mundo, haber goleado a equipos como Valencia, Villarreal, Sevilla, Atlético, que son los de más potencial en la liga, a un gigante europeo como el Bayern Munich y obligar a el Chelsea a abandonar por completo su estilo para parar al Barça.
