Se vio a un Bayern, como lo predije, demoledor ante un Sporting que no pudo ni meter las manos, o por lo menos el orgullo. En el partido de ida los errores los mataron y el gigante bávaro aprovecho sin despeinarse dejando ya completamente definida la eliminatoria y en el de vuelta se dio el lujo de masacrar a su rival no conforme con la humillación que le hicieron pasar en Portugal. El global 13-1, ante esto poco que analizar y habrá que esperar al Bayern ante un rival que por lo menos los haga transpirar.
Mientras tanto el Villarreal después del empate en casa parecía que iba a tener una empresa muy complicada en Grecia, sin embargo con un gran carácter y dos zapatazos, uno de ellos del "caño" Ibagaza lograron salir vivos del infierno griego, muy poco del Panathinaikos que ni con el empuje de su gente logró hacer historia.
Y en el último partido, el Atlético como bien lo dicta su historia se murió de nada, a pesar del cambio de técnico valga la redundancia no cambió absolutamente nada es más hasta fue más miedoso que el Vasco al dejar en la banca a Forlán que si por alguien el Kun estaba teniendo una gran temporada era culpa por este uruguayo. Mientras tanto el Porto hizo la tarea en el Calderón y ya en el de vuelta simplemente sobrellevo el partido y no tuvo grandes sobresaltos, sólo un penal sobre Simao no sancionado. Así que para los octavos el Porto es la gran cenicienta y aunque no tiene nada parecido con ese campeón de Europa que comandaba Mourinho, con alcanzar los octavos ya tuvo una gran y aceptable temporada europea.
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